En ocasiones, nos sobrevienen momentos y etapas llenas de incertidumbre, como por ejemplo, una crisis sanitaria a nivel mundial o un conflicto internacional que acaba por traspasar las fronteras. Para gestionar la adversidad y los momentos difíciles, los seres humanos tenemos, en mayor o menor medida, una capacidad llamada resiliencia. En palabras del psiquiatra, investigador y profesor español Luis Rojas Marcos, “es un término proveniente de la física, que significa la combinación de la resistencia con la flexibilidad, como una pelota de goma, que puede encajar un golpe sin romperse y luego volver a su estado anterior”. Gracias a ella, las personas podemos resistir para, con el tiempo, volver a un estado anterior de satisfacción con la vida, y por eso es una aliada fundamental en los tiempos que vivimos.
Luis Rojas Marcos es una de las principales figuras de la medicina en las últimas décadas. Tras más de 40 años de trayectoria en Estados Unidos, sus trabajos de investigación y sus pioneras aportaciones en el campo de la psiquiatría le han llevado a convertirse en un gran referente. En sus publicaciones, nos enseña un mensaje esperanzador, en el que la autoestima, el autocontrol, el optimismo y el pensamiento positivo, son los pilares de la resiliencia. Entonces, ¿cuáles son las claves para ser resiliente? ¿Cómo fomentarlo?
1.- Ser realista, pero tener una actitud positiva. Es decir, tener la habilidad de gestionar nuestras emociones para percibir lo que sucede con optimismo, con la esperanza de alcanzar un futuro mejor.
2.- Usar el humor y cultivar la empatía, dos herramientas fundamentales a la hora de relacionarnos con el mundo y con nosotros mismos.
3.- Conocer nuestras fortalezas y debilidades, y fortalecer nuestra autonomía. La sensación de falta de control sobre lo que sucede puede ser frustrante, pero debemos asumir que no es posible controlarlo todo a nuestro alrededor.
4.- Tolerar la incertidumbre y asumir retos en ese contexto. La ansiedad generada por no saber qué va a ocurrir puede paliarse trabajando la confianza en uno mismo, mientras que los retos estimulan nuestro aprendizaje y pueden ayudarnos a mejorar la autoestima.
5.- Diversificar las parcelas de satisfacción: el trabajo, los hobbies, las relaciones personales… Como dice nuestro experto, Luis Rojas Marcos, “las personas que diversifican sus actividades superan la adversidad mejor”.
6.- Estar conectado con los demás, valorar las amistades y rodearse de personas positivas que nos ayuden a vivir en el tiempo presente, sin anticiparnos a lo que pasará, es fundamental.
En el terreno profesional, la capacidad de adaptación, de ser flexible y encajar en un escenario en cambio permanente es una habilidad muy valiosa. Por eso, en las corporaciones no solo se busca y prioriza a este tipo de profesionales, sino también a los equipos que, trabajando unidos, logran ser resilientes en conjunto, formando una estructura flexible que se adapta demostrando su capacidad de superación.