Hoy en día, prácticamente todo el mundo empresarial, la esfera política internacional y la mayor parte de la sociedad reconocen que es una prioridad acelerar el cambio de modelo económico del tradicional a un modelo circular, que busque alargar al máximo la vida de los productos y de sus materias primas, ya que estas se agotan, mientras que la población mundial no deja de crecer.
Para agilizar la transición la Comisión Europea ha ido presentando medidas, desde que, en 2020 presentara su Plan de acción para la Economía Circular. Hace apenas tres meses, en marzo de 2022, la Comisión lanzó un primer paquete de medidas con propuestas para impulsar los productos sostenibles, la revisión de la normativa sobre productos de la construcción y una estrategia sobre textiles sostenibles. Además, la comisión incidió en la importancia del empoderamiento de los consumidores para la transición verde, ejerciendo nuevos derechos como, por ejemplo, el “derecho a reparar”, en su lucha contra la obsolescencia programada.
La bióloga y divulgadora Odile Rodríguez de la Fuente hace hincapié en la importancia de la labor de los medios de comunicación para despertar conciencias: “«La información ambiental es más importante que nunca. Los medios tienen un papel esencial para hacer llegar el relato de la transición ecológica y avanzar en los retos que tenemos por delante, que pasan por aterrizar la legislación y hacer un discurso mucho más humanista y que llegue a todo el mundo”. La bióloga asegura que, para alcanzar la economía circular, es preciso que “tal y como sucede en la naturaleza, los desechos sean recursos, la energía se liberalice y provenga de fuentes renovables y las mentes pensantes puedan organizarse a través de Internet y acceder a un conocimiento inmediato sobre origen de lo que se consume, que permitirá tomar decisiones de consumo responsable y generará una verdadera democracia”.